Cuando una empresa conoce tanto la situación actual que existe de las relaciones dentro de la organización como las expectativas a futuro que se tienen, esta puede encargarse de definir programas de intervención que permitan motivar y desarrollar a sus colaboradores, de esta manera logrará que estos se adapten a determinados cambios.
De allí radica la importancia de que la empresa esté al tanto de cómo es su clima organizacional, ya que este puede impactar de una manera significativa en los resultados obtenidos, de hecho este puede llegar a ser la diferencia entre una organización con bajo desempeño o una con buen desempeño.
El clima organizacional al ser la percepción que tienen los miembros de una organización en base a su funcionamiento estructural y dinámico, influye en los niveles de satisfacción de las personas, en la disposición a permanecer en la organización y en su desempeño afectando los niveles de productividad y rendimiento. Por ello, puede afirmarse que el clima organizacional está estrechamente ligado a la motivación de los empleados y es directamente proporcional a la capacidad de adaptación o desadaptación de las personas ante las diferentes situaciones que se presentan en el ámbito laboral.
Es fácil observar como en lugares de trabajo en donde existen sentimientos de frustración, apatía, desinterés, incluso episodios de agresividad y disconformidad el clima organizacional es malo, mientras que en las organizaciones que se encargan de motivar a su recurso humano, las relaciones interpersonales son satisfactorias, existe el interés, la colaboración y el compromiso con la tarea y la empresa.
Y es que los sentimientos que tienen los empleados hacia la organización, hacen que estos manifiesten, mediante el orgullo de pertenecer a ella, la identificación con sus objetivos y con la empresa, logrando así altos niveles de productividad y eficiencia. Entender que todo el recurso humano de la organización más allá de pensar en el objetivo final que se podría obtener, crea en que amar el camino que lo lleva a la consecución de ese objetivo, hará que los resultados sean no sólo óptimos sino extraordinarios.
Por lo tanto, si desea mantener motivado a sus colaboradores en cada una de las tareas y actividades, tienen que lograr esa motivación que les haga sentir pasión por lo que hacen. Lejos de los estímulos, incentivos o bonos que puedan brindarle, si su recurso humano llega a perder el compromiso, probablemente estará desarrollando sus actividades por el resultado final.
Finalmente, mantener motivada a una persona no es tarea fácil, ya que en ocasiones la imposibilidad de poder satisfacer necesidades superiores como las de pertenencia, autoestima y autorrealización hace que ésta se desmotive, generando entonces una combinación en donde juega lo que ofrece la empresa y lo que el empleado siente. Recomendamos buscar estimular conversaciones en donde la empresa y sus colaboradores entiendan que caerse es parte de la vida, pero lo importante es fortalecerle para levantarse, y el gran impulsador de esa motivación será la empresa actuando como “Coach”.
Zeli Negrón / Grupo DASA


